martes, 19 de julio de 2011

Copa América: Uruguay marca la pauta y es finalista



Los expertos pronosticadores pueden estar tranquilos. En la primera semifinal de la Copa América se dio la lógica y Uruguay derrotó con claridad y sin cuestionamientos a Perú por 2 a 0, con dos goles de Suárez -nuevamente verdugo de la blanquirroja-, para asegurarse un lugar en la final del campeonato.

El partido fue de trámite intenso, poco vistoso pero luchado al máximo por ambos equipos. Perú salió con un 4-5-1 en donde sorprendió la presencia de Carmona y la ausencia de jugadores como Revoredo, Lobatón o Chiroque, explicada posteriormente por el Mago Markarian, como consecuencia de los problemas físicos que arrastraban dichos jugadores. Al frente Uruguay se paró con un 4-4-2 en donde el Maestro Tabárez dispuso una marcación especial contra los dos principales referentes del equipo peruano, Vargas y Guerrero, anulándolos las pocas veces que el balón arribaba a ellos.

Con Uruguay hay que tener en cuenta que hoy por hoy es el mejor equipo de Sudamérica y pasa por un excelente momento en lo futbolístico: cuarto en la Copa del Mundo y finalista de la Copa América con la selección mayor; protagonistas en sub 17 y sub 20 donde llegaron a la final del reciente mundial disputado en México y finalistas a nivel de clubes en la Copa Libertadores después de muchos años, son algunos de los datos que sustentan nuestra afirmación. Adicionalmente, una cosa es Uruguay jugando partidos de clasificación de primera rueda y otra cosa muy distinta es el equipo celeste disputando partidos a vida o muerte, lo que quedó claramente demostrado frente a Argentina el sábado pasado.

Así que Uruguay salió con todo a marcar la pauta del partido y lo logró. Desconcertado y en un mar de nervios e imprecisiones, Perú -cortado el circuito entre su mediocampo y Vargas y Guerrero, asfixiados estos por la última línea uruguaya- paso apremios constantes casi sin respiro durante toda la primera etapa. Solamente la sólidez de sus defensas centrales Acasiete y Rodríguez y la imprecisión en el toque final de los uruguayos evitaron que los blanquirrojos se fueran en desventaja al descanso.

Sin cambios en los equipos para el segundo tiempo, la situación no varió. La sensación era que el gol uruguayo sería cuestión de tiempo, y asi fue. A los 7 minutos Forlan enfiló hacia el arco peruano y soltó un disparo de larga distancia que aparentaba irse fuera cerca del palo izquierdo de Fernández. Pero el arquero peruano decidió lanzarse a atajar la bola con tan poca fortuna que soltó el balón y lo dejo a los pies de Suárez, que no perdona ante regalos como ese. Y el mismo Suárez pocos minutos más tarde concluyó un feroz contragolpe celeste que nació de un pase errado por Chiroque -que acababa de entrar al campo-, dribleando a Fernández y depositando suavemente el balón en el arco rival. En menos de diez minutos, dos errores peruanos, dos goles uruguayos. Con equipos como el charrúa el margen de error es casi inexistente, y para muestra dos botones.

Cuando Perú trataba de quemar sus últimos cartuchos, Vargas hizo honor a su apelativo de "Loco" y se hizo expulsar de forma irresponsable, sepultando de esta forma las pocas esperanzas peruanas de remontar el marcador adverso. Vargas deberá comprender de cara a las eliminatorias a iniciarse en octubre, que acciones como la que motivaron su expulsión -un codazo artero al rostro del rival-, son inadmisibles, no solamente en su condición de figura y referente del equipo, sino especialmente en su condición de capitán del mismo.

Los últimos 25 minutos del partido encontraron a Uruguay regulando el esfuerzo y guardando a sus jugadores amonestados para la final, y a un Perú que intentó luchar con dignidad hasta el minuto final del partido. Hubo aún ocasión para que el enorme Muslera, cada vez más figura en el arco uruguayo, le robara a Paolo Guerrero el gol del descuento. Lo de Guerrero fue conmovedor, luchando contra dos, tres, cuatro y hasta cinco jugadores uruguayos para intentar reducir la desventaja con coraje y un pundonor digno de ser tenido en cuenta por otros jugadores que aún están en deuda con su selección.

Perú jugará el sábado el sexto partido que Markarían prometió antes de iniciarse la Copa, arribando a una instancia en la que muy pocos la hubieran podido imaginar. El técnico uruguayo ha alimentado la esperanza de un buen papel en las eliminatorias mundialistas y a sabiendas que aún existe trabajo pendiente y aspectos por mejorar, el seleccionado incaico demostró progresos en lo futbolístico con una actitud que se añoraba. Ilusiona a los peruanos pensar que con Pizarro, Farfán, Cachito Ramírez y los demás lesionados que se perdieron la Copa, más el fogueo que puedan ir recibiendo en el exterior jugadores como Rengifo -adquirido por el Chievo Verona- y los que puedan salir tras su actuación en la Copa América, Perú será un equipo muy distinto al que terminó en último lugar la eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica.

Uruguay por su parte llega a otra final con la sólidez que proyecta como un verdadero equipo donde todos trabajan para todos -lo de Forlán es un claro ejemplo: lejos de desesperarse por su falta de gol, es generoso y desprendido para habilitar a los demás-. No lucen, pero son efectivos y eficientes, guiados por la mano experimentada e inteligente de Tabárez que una vez más demuestra que los resultados que consigue no son fruto de la casualidad, sino de la seriedad con la que afronta la preparación de su seleccionado. Aún esperando por su rival en la semifinal entre Paraguay y Venezuela, es obvio que partirán como favoritos para el día domingo, día en el cual, podrían no sólo ganar la Copa, sino convertirse en el país que más veces la haya ganado.

Mañana veremos quien será su rival. Paraguay o Venezuela. A ver si los expertos pronosticadores aciertan otra vez.

*Foto de AP disponible en Yahoo


2 comentarios:

ricardo resek dijo...

Pedro...ecelente comentario y sobretodo objetivo que es algo muy dificil alcanzar para nosotros los apasionados por futbol.

Espero a mañana para leer tu comentario acerca del paraguay vs venezuela

Anónimo dijo...

Gracias por leer y por tu comentario!