viernes, 30 de septiembre de 2011

La noche inolvidable

"Que bonita fue esa noche, me trae recuerdos la noche..." (Joe Arroyo)


Qué se puede escribir de una noche de la que todo el mundo ya ha dicho y escrito todo?  que más se puede agregar de lo que los expertos más reconocidos y los aficionados más anónimos han coincido de forma unánime en llamar la noche más emocionante que recuerden en temporada regular de Grandes Ligas? Poco, ciertamente. Pero sería casi un sacrilegio no dedicarle alguna línea a un cierre de temporada inolvidable.

La impresionante caída libre de Atlanta y Boston durante el mes de septiembre no se detuvo y contra lo que cualquier hubiera apostado apenas un mes antes, ambos equipos verán los playoffs por televisión y desde sus casas. Pero el dramatismo con el que finalmente quedaron fuera no podría haberlo imaginado ni siquiera Alfred Hitchcock si se hubiera propuesto realizar una película de suspenso de ribetes deportivos. En determinado momento de la noche Boston estaba clasificando y Atlanta alcanzando el partido extra contra San Luis; llega un "rain delay" y una hora y media más tarde Boston reanuda su partido con Tampa reviviendo un juego imposible ante los Yankees y con los Orioles empecinados en concluir su temporada con todos los honores.

Al otro lado Atlanta llega a la novena entrada confiando en su cerrador novato, que ha sido sensación todo el año; es cuestión de rutina. Pero enfrente está Filadelfia, y no está pintado. En menos de lo que canta un gallo, juego empatado y a extra innings. Así seguirán hasta el inning 13, que para Atlanta esta vez sí resultará de mala suerte. Hunter Pence, Filis 4 a 3, San Luis celebra y Atlanta llora la confirmación de su debacle.

Ahí sigue Boston tratando de cerrar el juego con los Orioles. Pueden ampliar la ventaja pero se equivocan en un corrido de bases y sus esperanzas quedan a centímetros del plato. Aquí sigue Tampa que pese a su esfuerzo está a un out y un strike de perder el juego. Pero Dan Johnson aparece de la nada para convertirse en todo. Pum, un batazo histórico y Tampa empata el juego. Otro drama a extra innings.

Ahora es Boston el que está a tres outs de ganar y clasificar a playoffs o jugar el desempate con Tampa. Aceves ha estirado el brazo y el partido y entra Papelbon que apenas un día antes ha tenido que lanzar y trabajar mucho. Pero es el cerrador y es su momento. Tic, un ponche, tac, dos ponches. Sólo falta un out. Pero no. Un doble, otro doble, se empata el juego, ahora viene Andino que ha bateado a placer contra los patirrojos, pum batazo, Crawford no llega y Orioles 4 a 3. Boston queda a la espera que sus archi enemigos, los Yankees, puedan ganarle a Tampa para ir a un juego extra.

Y ahí van los Yankees. Golson a tercera, Chavez a primera, sin outs. Pero ahi va McGee, un out, dos, tres. Tampa vive. el Tropicana Field es una fiesta cuando ve que Boston ha perdido. Scott Proctor sigue lanzando sacándole a su brazo lo que ya no tiene. Llega Evan Longoria que ya bateo home run de tres carreras en la octava. Y túkiti, en la repetición está el gusto, batazo enorme hacia el jardín izquierdo, home run. Tampa es una locura. Estaban muertos y han vuelto a la vida. Eliminados, y ahora clasificados.

Todo en una sola noche. Bonita, salvaje, apasionante, inédita e irrepetible. La noche inolvidable.

(Si quieren un resumen imperdible de "LA" noche, véanlo aquí)

Foto disponible en Yahoo

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